Hoy escribimos a modo diario personal, a modo de desahogo, a modo de grito silencioso. La difícil situación que nos ha tocado vivir, este confinamiento al que nos ha llevado el peligroso coronavirus, nos hace ver (aunque esté muy trillado) las cosas importantes de la vida, la adicción que tenemos a ciertas cosas.

La adicción a los abrazos, a una conversación entre amigos, al amor de la familia, a salir a tomar el aire, a trabajar (¡sí! ¡a trabajar incluso!)… hay tantas cosas que nos pasan por la cabeza…

Pero quizás vosotros, lectores, no tengáis en cuenta otra adicción que es poderosa y torturadora. Os hablamos de la necesidad de cocinar, de crear, de sentirnos completamente nosotros entre los fogones.

Cocinar es uno de los grandes placeres de la vida. Es un arte, una vía de escape, una diversión… a veces, es como una droga. Cuando la cocina forma parte de tu vida desde que eres muy joven, como es el caso de nuestro chef Matteo Manzato, es algo muy difícil de arrancar de nuestro día a día y de nuestro pensamiento.

La gastronomía se vive con los 5 sentidos… la vista, que se exalta cuando un plato se ve apetitoso; el oído, cuando oyes cómo los ingredientes se calientan en el fuego; el tacto, cuando sientes las texturas de la elaboración deshaciéndose en la boca; el olfato, cuando ya predices el delicioso sabor del plato y, del gusto, no es necesario ni especificar. Esa extraordinaria combinación de los sentidos hacen que el cerebro alcance el nirvana, llegue a un clímax indescriptible y convierta, efectivamente, a la cocina en una increíble adicción.

No poder abrir las puertas de nuestro restaurante, no poder sentir el calor de los fogones y, sobre todo, no poder compartir con vosotros comentarios, opiniones, miradas de aprobación, risas y buenos momentos, nos tienen muy apenados.

Pero no os preocupéis. Quien ama la cocina como nosotros, quien tiene de verdad esa adicción, disfruta de cada uno de los momentos que regala esta profesión y lucha para que todo salga adelante y podamos todos, de nuevo, volver a esos Momentos Venetiis que tanto nos encantan.

Gracias por leernos, ¡nos vemos muy pronto!